Mientras apuramos los últimos días de calor, quiero despedir la semana con una casa decorada al más puro estilo nórdico que me resulta encantadora. El deseo de su propietaria es que con paso del tiempo el jardín se convierta en un jardín inglés repleto de rosas, hortensias y lavanda, por el contrario su interior se pinta bajo una pátina blanca y se combina con muebles comprados durante sus viajes y en diferentes mercados de pulgas. Un interior fresco, ligero y fácil de combinar que proporciona bellos contrastes.
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