Con solo mirar esta bonita casa en azul y blanco, con vocación veraniega y mediterránea, uno se transporta a esta maravillosa isla que no es Mykonos sino Formentera. El azul añil de sus puertas y ventanas, de su mesa y de sus vigas, así como de sus textiles invita al verano. El blanco de sus paredes y cortinas, de sus muebles y vajilla sugiere sosiego y relax. Una casa que no puede ser mas mediterránea e inspiradora. ¿No os parece?
Imágenes con el consentimineto de Jordi Canosa
Estilista Daniela Cavestany