Oxygen by Susanna Cots
Susanna Cots ha proyectado en uno de sus últimos trabajos, Oxygen, una oda a la naturaleza conectada magnéticamente para que sea fuente de vida y calma. Todas las estancias se han proyectado como cubos unidos por la naturaleza unos a otros horizontalmente a través de pasillos de cristal que nos hacen sentir que paseamos por el bosque. La vida pausada, los colores neutros y el respecto a la naturaleza han marcado el design concept de este proyecto.
La cocina es unos de los pabellones independientes donde vemos el sello slow de la interiorista catalana a través del juego de líneas rectas con el techo abuhardillado fabricado con roble decapado en blanco que aporta movimiento y esa sensación eterna de fin de semana. El espacio se conecta con el resto de la casa con unas cristaleras negras que aportan tanta privacidad como complicidad entre los espacios. El siguiente cubo lo encontramos en el centro de la vivienda y está dividido en dos mitades, conectadas por una pared que permite la visibilidad y la entrada de luz por ambos lados.
La suite principal constituye otro pabellón, ubicado en el ala este de la casa, está conectado por un vértice de cristal con un patio interior. Éste forma parte del eje natural de toda la vivienda, formado por un pequeño ecosistema de olivos y encinas que la rodean por los cuatro costados.
El siguiente de los pabellones lo configura el grupo de cuatro habitaciones júnior con suite. Todas ellas se han diseñado siguiendo el mismo concepto de conexión con la naturaleza y están orientadas al exterior, a través de los ventanales, al mismo tiempo que conectan con el interior con los pasillos de cristal.
La naturaleza de la vivienda merece un apartado especial, por como se ha integrado visualmente en el interior de la vivienda mediante la apertura de pequeños patios exteriores entre pabellones.
La cocina es unos de los pabellones independientes donde vemos el sello slow de la interiorista catalana a través del juego de líneas rectas con el techo abuhardillado fabricado con roble decapado en blanco que aporta movimiento y esa sensación eterna de fin de semana. El espacio se conecta con el resto de la casa con unas cristaleras negras que aportan tanta privacidad como complicidad entre los espacios. El siguiente cubo lo encontramos en el centro de la vivienda y está dividido en dos mitades, conectadas por una pared que permite la visibilidad y la entrada de luz por ambos lados.
La suite principal constituye otro pabellón, ubicado en el ala este de la casa, está conectado por un vértice de cristal con un patio interior. Éste forma parte del eje natural de toda la vivienda, formado por un pequeño ecosistema de olivos y encinas que la rodean por los cuatro costados.
El siguiente de los pabellones lo configura el grupo de cuatro habitaciones júnior con suite. Todas ellas se han diseñado siguiendo el mismo concepto de conexión con la naturaleza y están orientadas al exterior, a través de los ventanales, al mismo tiempo que conectan con el interior con los pasillos de cristal.
La naturaleza de la vivienda merece un apartado especial, por como se ha integrado visualmente en el interior de la vivienda mediante la apertura de pequeños patios exteriores entre pabellones.
Imágenes con el consentimiento de Susanna Cots