En mitad de un frondoso bosque del Estado de Nueva York y frente a un bonito riachuelo, esta antigua cabaña de caza se reconvirtió en una bonita casita de inspiración victoriana. Este diminuto espacio pintado íntegramente en blanco derrocha delicadeza y feminidad gracias al uso de textiles en tul, organza y encaje con suaves toques en color rosa. El sueño de su propietaria era conseguir un estilo shabby chic ultra romántico, por ello empezó a buscar bonitos y antiguos muebles en mercados de pulgas y tiendas de segunda mano que tuvieran la particularidad de caber en un espacio tan reducido, el resultado salta a la vista.¿A que es delicioso?
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