Conoce los distintos tipos de mosquiteras
Las mosquiteras son unos accesorios que cada vez están más presentes en las casas de nuestro país. Llevan años entre nosotros, pero en los últimos tiempos su uso va ganando una mayor cuota de mercado.
Aúnan la simplicidad de sus mecanismos con unas tecnologías que contribuyen a facilitarlos aún más. A continuación se repasan las características esenciales de estos elementos tan útiles para el hogar.
¿Por qué conviene poner una mosquitera?
Antes de pasar a describir los beneficios concretos que aporta cada tipo de mosquitera, es interesante comentar brevemente los comunes a cualquier clase.
En primer lugar, hay que señalar que se trata de una barrera adicional que frena el paso de determinados intrusos indeseables en la casa. Estos visitantes que se pretende prevenir son básicamente los insectos, en especial, los mosquitos, que son los más habituales y dan nombre a estos elementos.
Los mosquitos son molestos de por sí, pero también peligrosos, puesto que transmiten enfermedades mediante sus picotazos. Además, el cambio climático está trayendo a estas latitudes especies más dañinas, por lo que vale la pena defenderse de ellas con este medio.
Pero una mosquitera en una ventana o puerta también impide que se cuelen otros animales (como los reptiles y mascotas). Asimismo, ponerla va a implicar que sea más complicado que el polvo ensucie el domicilio o el polen en suspensión penetre y acabe provocando alergias.
Por último, mientras se disfrute de esta protección, no tienen por qué perderse la ventilación e iluminación que entran por la puerta o ventana. En las siguientes líneas se desgranan, por otro lado, las prestaciones que ofrecen las principales clases de estos accesorios.
Mosquiteras fijas
Las mosquiteras fijas son las más simples, por lo que también resultan las más económicas. Están formadas por una malla de fibra de vidrio y se fabrican, en función de las medidas de los huecos en los que van a ser colocadas, de forma estandarizada.
Como las mosquiteras fijas son tan básicas, suelen ser ubicadas en espacios grandes y en los que no se requieren demasiados cambios, tales como los garajes, sótanos o trasteros.
Por lo general, se instalan mediante tornillos, fieltros cepillo a presión o soportes. Las mosquiteras fijas cuentan con cuatro componentes indispensables, a saber, los perfiles del marco, las esquineras en las que se unen estos, la goma de fijación y la malla formada por tela de fibra de vidrio.
Por su parte, las mosquiteras correderas son muy parecidas a las fijas, pero se diferencian en unos componente fundamentales: los dos rodamientos de los que va a depender que se deslicen en movimiento horizontal por los raíles de las ventanas.
Se echa mano de las mosquiteras correderas, a grandes rasgos, para las puertas o ventanas que dan al exterior. Su marco se adapta con una gran facilidad, en su instalación, a los perfiles de estas.
Las mosquiteras correderas llevan cuatro escuadras que permiten la fijación del marco. Son las dos inferiores las que posibilitan el deslizamiento por el marco mediante sus rodamientos.
Se puede considerar que las mosquiteras plisadas son unas versiones de las correderas. Su extensión y pliegue dependen de los movimientos horizontales que se producen siguiendo las direcciones de las guías superiores e inferiores.
Sin embargo, hay que destacar que se montan y se instalan de forma diferente a las correderas. La principal distinción consiste en el pliegue similar a un acordeón de las mosquiteras plisadas. Por consiguiente, ocupan mucho menos espacio y el acceso al suelo se vuelve más sencillo, por lo que no suponen inconvenientes para las sillas de ruedas o carros de la compra.
En las mosquiteras plisadas se eliminan obstáculos al acceso reduciendo el raíl inferior o la guía. Por último, es preciso comentar que son muy valoradas en zonas de utilización asidua, tales como las puertas. Aunque da la impresión de que son pesadas, realmente resultan bastante ligeras y su recogida no agota más que un pequeño porcentaje del lugar en el que han sido instaladas.
Las mosquiteras enrollables se distinguen de las fijas en que solo van a ser utilizadas cuando sus usuarios lo deseen.
Están guardadas en forma de rollo dentro de un cajón o cabezal. Partiendo de este receptáculo, pueden ser extendidas hasta donde interese. Las mosquiteras enrollables pueden llegar hasta donde permitan estirar los puntos de anclaje que determinan su estructura.
Si se quiere disfrutar de una entrada total de luz o aire, solo hay que introducir dentro del cabezal las mosquiteras enrollables mediante el mecanismo para estirarlas. Si, por el contrario, se busca la protección frente a los intrusos exteriores, es el momento de accionar su presencia sacándolas del cajón.
En definitiva, las mosquiteras son unos elementos de la casa que la hacen más segura, puesto que evitan determinadas intromisiones externas que son perjudiciales para la salud.