Cómo decorar un dormitorio de bebé
En la buhardilla de casa de mi abuela encontré una cuna antigua con faldones de algodón de nido de abeja, en realidad era un moisés con capazo de esparto y base de caña con ruedas que gracias a un artesano local pude recuperar. Así que solo tuve que comprar una sencilla cuna blanca y retapizé una butaca también en blanco. El resto, pequeños detalles que llenaron la habitación de calidez.
También tened en cuenta la elección del color de las paredes, decantarse por tonalidades soft como el color topo, los celestes, rosas empolvados o blancos que además podemos combinar con un alegre papel pintado aportará esa nota infantil indiscutible a esta importante estancia. Con esto lo que quiero confirmaros es que en realidad para recibir a un bebé no hacen falta muchas piezas, sino las imprescindibles. Conforme éste vaya creciendo iremos añadiendo elementos, sobre todo almacenaje y zona de juegos, y si hemos elegido bien los muebles, éstos alargarán su vida útil más allá del primer año.