¿Que tendrá el sur de Francia que a todos nos enamora? Pues bien todavía no he encontrado la respuesta aunque creo intuirla, pero de lo que si estoy segura es que con casas como la de hoy uno se enamora de ellas encuentren donde se encuentren. Conservando la rusticidad de la construcción medieval original, su interior se viste prudentemente austero y se decora con piezas vintage y otras adquiridas en mercados de pulgas. Los colores neutros en gama de grises y las superficies lisas de microcemento ayudan a potenciar el efecto actual de la vivienda, mientras que los atrezzos de hilo y algodón aportan un toque natural que encaja a la perfección con su esencia. El exterior casi me resulta más bonito que el interior, divina la piscina y maravilloso el porche cubierto. Sin comentarios!!
Imágenes con el consentimiento de Anne-Catherina Scoffoni