El día que me mudé a mi nuevo hogar y me llevé conmigo el piano que mis padres me regalaron, cuando aún era una niña, me asaltó la duda sobre donde ubicarlo. Con frecuencia se suele colocar en alguna habitación por aquello de las "molestias" necesarias del estudiante, pero mi recomendación es que una pieza como esta luzca fantástica en el salón de la casa, a ser posible en un espacio reservado exclusivamente para él, evitaría ubicarlo en el recibidor por ser una pieza visualmente muy pesada. A veces resulta difícil integrarlo en una decoración actual, pero la belleza y la sonoridad de estos bien merece un esfuerzo extra de ingenio e imaginación. Ya sea un piano de cola o bien de pared, todas estas casas tienen en común este maravilloso instrumento en su salón.
Imágenes: Elle Deco AD