Un interior lleno de luz, color, vida...
El estudio de arquitectura U+G presenta un nuevo proyecto, la reforma integral de una luminosa vivienda en el sevillano barrio de Santa Clara. En ella destacan sus espacios abiertos con un estilo mix&match que desafía su talante industrial.
Esta vivienda luminosa y chic es el resultado de un intenso proyecto de reforma acometido por el estudio de arquitectura U+G. Este piso de 100m2, ubicado en una zona residencial de Sevilla, exigía una reforma que redistribuyera el espacio, inicialmente muy compartimentado y falto de luz, y una decoración actual y llena de detalles, que se ajustara al carácter y espíritu de los nuevos propietarios -una pareja joven con dos niñas-, así como a un estilo de vida práctico. La distribución original de esta vivienda era bastante peculiar. Tenía una cocina-office casi del mismo tamaño que el salón. Input que desde el principio decantó a U+G por unir ambos espacios, manteniendo así uno de los sellos más eficientes y personales del estudio sevillano, las cocinas integradas.
La creatividad y experiencia técnica del equipo de arquitectos pasaba por dibujar una nueva distribución que vinculara la mesa del comedor a la cocina y no al salón, cambiando así la tipología clásica de salón-comedor y cocina, por la de salón y cocina-comedor, que se integra en el espacio central con una impresionante caja de vidrio y metal, un recurso muy práctico con el que han conseguido ganar en amplitud y luz natural. En la cocina con comedor abierta al salón, se ha colocado un suelo hidráulico antiguo muy decorativo traído de Priego de Córdoba, y en las paredes el alicatado ha sido sustituido por un barniz aplicado directamente a la capa de yeso, que proporciona un acabado con textura muy original, casi rústica. Destaca una gran mesa vintage y la combinación de sillas de distintos estilos y colores que dan dinamismo al espacio. Delimitando toda esta estancia, una gran caja de vidrio, con palillería en hierro, refuerza el aspecto contemporáneo e industrial del espacio.
En el salón sorprende la gran cantidad de luz natural que llena de romanticismo el ambiente. Las paredes se han pintado de blanco y se ha dejado visto el pilar de hormigón. La decoración, de líneas despreocupadas y con gran cantidad de materiales, colores y texturas, transmite energía y buen rollo. En este espacio, destacan el rincón de lectura, con librería en madera DM de suelo a techo, y el detalle de una mecedora retro.
Otro de los recursos distributivos que el estudio comenzó a usar tras este proyecto es unir las dos habitaciones de los niños en una sola, que se convierte así en salón de juegos-dormitorio, dejando la posibilidad en las instalaciones de que funcionen como dos independientes sencillamente levantando un tabique. Esta idea está funcionando muy para familias con niños pequeños que ven recuperado el espacio del salón.