Una casa de campo llena de calidez
La casa de hoy nos desborda con su belleza rústica, de campo, así tal cual. Y es que fijaros en los gruesos muros de piedra del salón, la originalidad de la lámpara construída con damajuanas, la mesa hecha con madera reciclada o las puertas antiguas de las ventanas recuperadas de un viejo edificio de Salamanca. Este mix de piezas encontradas en mercadillos, rastros y anticuarios hacen de su interior un lugar lleno de encanto. La nota cromática en tonos invernales como los grises, azules profundos, verdes o calderas añaden ese toque personal que la llenan de calidez.
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