Una casita blanca en la Costa Blanca

Y menuda casita!! Para empezar sus vistas son un auténtico regalo, su ubicación un privilegio. De ella destacaría su conexión con el exterior, su in-out que fluye sin peajes. En su interior prepondera la sencillez y se decora en tonos piedra, maderas naturales y gama de grises y negros que le otorgan ese chic cosmopolita tan irresistible y poco tradicional para casas con una estética mediterránea tan marcada. Sus curvas e irregularidades se vuelven peculiares y potencian la integración de la casa en el entorno. El encalado de las paredes define sus orígenes mediterráneos y el microcemento enfatiza el lado más minimalista de la vivienda. Me encantan los muebles en madera recuperada casi sin tratar, las sillas CH24, las alfombras, las pantallas, en fin me gusta todo, todito, todo 😀😀 . Disfrutadla!!