Una vivienda centenaria en el Eixample barcelonés
Barcelona esconde verdaderas joyas arquitectónicas y el barrio del Eixample es una verdadera cantera. Este piso se erige en una finca modernista de principios del siglo XX obra del arquitecto Domenech y Estapà y su interior aún conserva intactos los suelos originales de mosaico, las molduras del techo y las antiguas ventanas, algo que le otorga ese charme modernista tan y tan inconfundible. Su interior se articula a partir de lo tradicional, en pocas palabras de lo original que esta finca posee. Me encantan las tonalidades usadas, las maderas al natural, las tapicerías y las alfombras. Un espacio que respira modernidad a la vez que sabe destacar lo mejor de su pasado.
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