Una granja reconvertida en casita
Pues sí, esta preciosa casa antaño albergaba una granja y ahora, tras una reforma, luce llena de personalidad. De hecho, casita no es, puesto que su superficie alcanza los 200 m2, pero la he llamado así porque despierta dulzura y encanto. Me gusta su sencillez, la mixtura de objetos, piezas y muebles. Su luz y la madera de su suelo, o porqué no también la austeridad del cemento pulido. Las lámparas, las pieles, las tonalidades. El verde de las flores y jarrones, sin olvidarme de la naturaleza que se cuela por las ventanas. Toda ella es original y diferente, por esta razón me apetecía tanto mostrárosla en el blog.
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