Un interior versátil y diáfano ausente de estridencias cromáticas

En un precioso edificio esquinero madrileño la interiorista Ángela Bermudez ha encontrado la casa soñada y la ha convertido en su hogar. Un ático que posee una conexión in-out impresionante. El interior se articula como un espacio versátil y diáfano ausente de estridencias cromáticas. El juego de texturas y calidades le augura un éxito total. Me encantan los pilares metálicos vistos, le confieren un extra de personalidad, la cocina completamente panelada en blanco que no deja nada a la vista y que proporciona una agradable sensación de orden, algo bastante difícil de conseguir en una estancia como esta. A pesar de este bonito interior, destacaría por encima de todo su impresionante exterior. Muero de amor por este lugar. Me encanta su decadencia, el mix de macetas, de plantas varias, los muebles de hierro, en fin una gozada de espacio que invita a vivirlo a lo grande.