Un verdadero flechazo junto a Barcelona
Su actual propietaria, una holandesa afincada en Cataluña, quería comprar una propiedad cerca de Barcelona pero no tenia muy clara la zona y estuvo mirando diversas opciones durante meses. En este periodo de búsqueda descubrió el Maresme y su preciosa costa. Al final se decidió por Cabrils, ya que su calma, el contacto con la naturaleza y la proximidad entre el mar y Barcelona eran ideales. Esto era lo que ella andaba buscando.
La propiedad está situada a media colina muy cerca del centro de Cabrils y con unas vistas espectaculares hacia al mar. Tiene tres plantas de 300m2 cada una y la parte frontal de la casa tiene forma hexagonal para poder captar mejor el sol y tener mas horas de luz natural interior. Su terreno consta de casi 3.000 metros cuadrados de extensión de jardín con piscina y tres casas auxiliares destinadas a diferentes actividades. La primera casa, la más cercana, es la caseta de la piscina con unos vestidores y sala de juegos; la segunda situada en un nivel inferior se ha utilizado como una pequeña oficina; y por último, la mas alejada, eran unas cuadras y se han reconvertido en la vivienda de los encargados del mantenimiento de la propiedad.
Aún y estar en una situación privilegiada, el verdadero “flechazo” para la propietaria fue entrar y ver por primera vez el tamaño del salón, con unas fantásticas vistas al jardín y el mar como protagonista en el fondo. En la parte trasera de este salón se encuentra una escalera semicircular hecha de mármol griego blanco Thassos al igual que el suelo, y que separa la parte frontal de la parte posterior de toda la vivienda. Delante del salón, hay un porche que hace el papel de transición entre exterior e interior como lugar perfecto para el café o té, también para contemplar el atardecer. Al contrario de muchas viviendas y pisos en la ciudad que carecen de luz y carecen de espacio, en esta casa pasaba lo contrario, todos los espacios eran enormes, con mucha luminosidad y todo quedaba diminuto y flotando sin ninguna armonía.
La principal premisa era trabajar los espacios por separado para crear rincones con encanto que en ese momento faltaban; para ello se escogió una escala adecuada para cada una de las estancias; se movieron los tabiques necesarios y se escogió el mobiliario adecuado para que encajara proporcionalmente en el espacio. Cabe destacar que la casa esta dispuesta de tal forma que su construcción se adapta totalmente al desnivel del terreno y esto facilitó la conectividad de todas las estancias con el exterior dándoles como valor añadido una zona privada exterior a cada una de ellas.
En planta primera y posterior de la vivienda, se encuentra la cocina, el alma de la casa y donde la propietaria pasa el mayor tiempo; ésta pudo conectarse con el jardín de forma independiente creando una zona de comedor exterior agradable y con vistas laterales. En esta misma planta y frente al mar encontramos el dormitorio principal (la suite), el baño y una zona privada para trabajar.
En segunda planta se disponen las demás habitaciones. El elemento conductor fue el blanco, color que Abrils Studio siempre usa como protagonista en sus diseños y que se combinó con un color diferente en cada habitación. Así, para cada dormitorio se escogería un papel de pared diferente y a juego con el color del baño consiguiendo potenciar la frescura del Mediterráneo.
Para el exterior se hizo un diseño completo; Jardinería, iluminación y piscina. En el jardín se tuvo en cuenta toda la vegetación tanto de los árboles como de los arbustos. La iluminación esta totalmente integrada; la luz de paso que resalta los arboles principales y la luz ambiental situada entre los arbustos. La piscina es amplia y se diseñaron unas escaleras en el interior para poder acceder con facilidad. En un lateral se ha instalado una pérgola color bronce ligera y varias tumbonas debajo para poder tomar el sol.