Ideas para personalizar packaging

Empezamos otra semana más y en esta ocasión mi post no solo va dirigido a todos los apasionados de la decoración, sino también a las empresas que me seguís, que se que sois muchas. La decoración nos demuestra que un espacio puede transformarse con tan solo un toque de personalidad, transmitiendo sensaciones tales como el confort, la calidez, la frescura, la informalidad o el orden, pero sobre todo el carácter. Eso que tan bien nos define a todos y todas. Y es justamente el carácter y la imagen de marca la que también define a las empresas. Por esta razón hoy quiero hablaros sobre el packaging. La primera imagen de una marca empieza por su packaging. Cada vez se realizan más compras on-line y la primera impresión que nos llevamos sobre aquello que hemos comprado empieza cuando recibimos nuestro paquete. Así que en este post quiero invitaros a personalizar vuestras cajas de embalaje para que resulten originales y transmitan sensaciones tangibles a quienes las reciban. Así que vamos a ello. Para empezar os diré que algunas de estas ideas también se pueden aplicar a los sobres con burbujas.

La idea principal es la de personalizar la caja de envío con vuestro propio logo o página web, con ello el paquete también se hace visible para todo aquel que lo vea o lo manipule y no solo aquel que lo recibe. Pero la sorpresa siempre debe ir dentro. Soy de las que piensa que un regalo bonito no es suficiente sin la envoltura adecuada. ¿No creéis? Así que voy a sugeriros algunas ideas para que vuestra entrega sea triunfal. Ideas hay muchas, pero en esta ocasión os propongo algunas que son visualmente muy originales y que resultan verdaderamente vistosas. 

La primera, viene de la mano del llamativo confeti. Puede ser de un mismo color o una mezcla de ellos. Incluso podemos realizarlo nosotros mismos con una perforadora de papel. La idea es tener mucho confeti para poder trabajarlo con comodidad. Y es tan fácil como añadir al paquete, que previamente hemos envuelto con cualquier tipo de papel (preferiblemente liso), tiras de cinta adhesiva transparente de doble cara formando algún bonito dibujo. A continuación se pega el confeti sobre las cintas, et voilà!!! El resultado es el siguiente. 

La segunda, viene de la mano de los hilos. Éstos pueden ser de lana, algodón o simplemente cuerda. Y la idea no es otra que una vez envuelto el paquete, preferiblemente con papel de embalar, realizar pasadas con los hilos y rematarlos con simples nudos. Si buscamos transmitir una imagen de relax, como por ejemplo la que nos inspiran los espacios nórdicos, os recomiendo acabar la envoltura con algún detalle en tela, ramas secas o elementos naturales. Si por el contrario nuestro producto va enfocado a los más jóvenes de la casa, los colores vibrantes resultarán imprescindibles. El resultado seria el siguiente.

Y si hay un envoltorio que está por encima de todos los demás, este es el paquete que se recibe envuelto con la técnica milenaria de Furoshiki. Esta práctica consiste en un trozo de tela cuadrada que se utiliza en Japón para envolver todo tipo de objetos con la finalidad de protegerlos para poderlos transportar. Esta técnica se realiza con todo tipo de telas, dependiendo de cual sea el objetivo a conseguir, pero seguro que envolviendo el paquete con un simple lino rústico en tonos neutros o con un algodón extrafino lograremos un golpe de efecto impresionante. Podemos acabarlo con alguna rama natural, una bara de vainilla o canela y os aseguro que el receptor del paquete quedará cautivado por su aroma justo en el momento en el que abra su caja de envío. El resultado quedaría así de precioso.

Bueno, ya hemos llegado al final de este bonito post en el que espero que estas ideas para vuestros envíos o regalos os hayan llenado de inspiración. Recordad que gracias al envoltorio buscamos transmitir sensaciones, viajar más allá de la compra, así como lograr una impecable imagen de nuestra marca. 

Todas las imágenes vía: Printerest