Lo que está claro que estén donde estén las terrazas, que no balcones, ni jardines, son un pequeño oasis de paz para quienes tenemos el placer de poseer una. Con vistas al mar, en la parte trasera de la casa o en un espacio urbano son, en muchas ocasiones, la válvula de espace cuando llegamos cansados a casa, cuando queremos desconectar y muy especialmente en verano cuando deseamos compartir una velada con amigos. Cenas al aire libre, desayunos cuando apenas está amaneciendo o simplemente una siesta después de comer son placeres que se disfrutan en este pequeño espacio. Porque no hace falta que sea muy grande, sino lo suficiente para tenerla bien arreglada, que nos proporcione intimidad y que sea además una extensión de nuestro propio hogar. Con estas cuatro bellezas os dejo. Feliz domingo!!