Una casa con un interior de lo más mediterráneo
Dicen que uno siempre vuelve a los sitios en los que fué feliz. Y cuanta razón lleva esta afirmación. Ahora entenderéis el porqué de lo que digo. La propietaria de esta casa quería que ésta evocara el estilo de su queridísima Formentera, pero a la vez también el de la Costa Brava que es parte de su vida, así que decidió unir los dos estilos en una casa de vacaciones maravillosa. Para empezar me encanta la neutralidad que el cemento pulido aporta a esta segunda residencia. A esto hay que añadirle la pasión por el blanco, salpicado a su vez por notas de color azul. La funcionalidad del espacio, la elección perfecta del mobiliario y de los textiles de lino y algodón rústico. Los accesorios de fibras naturales, en fin una preciosidad que nos viene como anillo al dedo en este domingo casi de primavera!!
Imágenes con el consentimiento de El Mueble