De antigua granja a bonita casa rústica
Una manera de dar protagonismo a ciertas partes de una casa o estancias es pintar en un color intenso una o varias de sus paredes. En el caso de esta bonita casa rústica, el color gris grafito le sienta de maravilla y acentúa, más si cabe, su verdadera esencia como antigua granja. Esta tonalidad presente en el comedor y la cocina se desvanece al llegar al resto de estancias, lugares en los que el color blanco se siente el dueño. Especialmente me conquista el dormitorio abuhardillado en los que viejas piezas recuperadas y detalles de estilo industrial lo llenan de estilo y naturalidad.
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