Un viejo pajar
Recuperar edificios únicos es una de las mejores opciones para mantener intacta el alma de un inmueble y esto es precisamente lo que ocurrió con esta preciosa casa ubicada en el Empordà. Antaño esta vivienda fue un viejo pajar y tras una reforma total, de la que solo pudieron conservar los muros de piedra y la gran puerta en arco que se acristaló por completo para convertirla en la fuente de luz principal ahora luce preciosa. El salón y la cocina comparten un mismo espacio con salida al jardín, mientras que los dormitorios se reservan en la parte trasera de la casa. Una casa llena de calidez que hoy os invito a descubrir.
Imágenes con el consentimiento de El Mueble