La renovación llevada a cabo en esta vivienda barcelonesa del céntrico barrio de l’Eixample ubicada en un edificio considerado patrimonio histórico, construido en 1908 por Josep Domènech y Estapà, ha consistido básicamente en una actualización en términos de funcionalidad, rendimiento y comodidad, manteniendo en la medida de lo posible todos los materiales y acabados originarios, así como reparando y conservando los elementos decorativos y la carpintería existente en la casa. Añadirle notas de diseño que contrarrestaran el carácter modernista de su construcción ha sido todo un acierto, por eso su interior luce actual y minimalista dejando todo el protagonismo a luz y las formas originales de la construcción.
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