Hoy nos deleitamos con una preciosa casa de montaña ubicada en la Cerdaña, Pirineo Catalán. Alejada de la imagen típica de casa de madera, esta vivienda que se usa como segunda residencia desborda clase. El color blanco es en esta ocasión protagonista en paredes y techos, color que gana calidez gracias al suelo de parquet de roble y muebles de madera natural. La chimenea y las alegres notas de color en textiles y accesorios aportan jovialidad a este interiorismo. Un interior que bien podría corresponder a una vivienda urbana. ¿No creéis?
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