En ocasiones parece que los tonos oscuros y la escasez de metros no hagan buenas migas, ya que visualmente pueden empequeñecer un espacio de por si escaso, pero el apartamento que hoy os muestro en el blog es una prueba de que a veces cuando se rompen las reglas se consigue lo imposible. Un gris profundo y muy intenso viste gran parte de las paredes y suelos de este micro apartamento de tan solo 46 m2. En el salón-cocina un gran lienzo, también elaborado con colores oscuros, destaca en la pared principal. El mobiliario de diseño se mezcla con piezas de anticuario. Los tonos grises y negros una vez más son protagonistas tanto en tapicerías como en textiles. El blanco se reserva para la cocina. Dos grandes ventanas y un juego de espejos potencian el efecto de la luz natural. Una pequeña joya!!
Imágenes con el consentimiento de DSGN