Los toques de color amarillo aportan mucha jovialidad e informalidad a una celebración de boda, si además lo aderezamos con toques exóticos como farolillos y ramas de madera el resultado será como el que sigue, una mezcla perfecta de elegancia y buen gusto. El blanco como protagonista salpicado de detalles amarillos, flores crasas, bajoplatos y cubertería de plata y una sencilla cristalería. ¿Qué más se puede pedir? Pues, una preciosa tarta nupcial!!
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