Inauguramos el mes Agosto y lo hacemos con una exótica celebración de boda, esta vez más bohemia que nunca, en la que el exceso, en todo, es protagonista y más especialmente en las flores. Unos centros florales descomunales y coloridos que llaman la atención y que separan a los comensales que se distribuyen en una misma mesa. Las sillas de hierro oxidado imitan las ramas de los árboles, mientras que pájaros, nidos y perlas visten la mesa. La vajilla blanca y dorada está en consonancia con la cristalería ribeteada también en oro, en fin todo un derroche de opulencia bohemia. Esta es una boda de “más es más”.
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