Con la llegada del buen tiempo empezamos a ver las casas de campo con otros ojos. Ya no hace frío, no da pereza levantarse por las mañanas, el calorcito invita a disfrutar del espacio exterior ya sea en un pequeño patio o en un gran jardín y es también en el dormitorio donde los textiles se aligeran, las flores toman el control y las ventanas se abren. Por esta razón hoy en el blog quiero mostraros un precioso dormitorio rústico con un sencillo baño anexo que es una delicia. Bigas de madera y techo de cañizo, suelo de barro, muebles antiguos y cemento pulido en el baño. Lo dicho, ¡Una delicia!
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