Al abrigo de unos maravillosos árboles se celebra la ceremonia y el posterior convite de hoy. La sencillez marca la pauta de esta boda al aire libre que me resulta encantadora. Mesas de madera despojadas de mantel y una original selección de sillas, todas ellas diferentes, son el centro de todas las miradas. Las flores adornan pequeños jarrones de cristal mercurizado y el resultado no puede ser más romántico, hasta la tarta resulta encantadora.
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