Seguimos con la oda al color que nos trae la primavera y hoy lo hacemos de la mano de esta maravillosa casa que me resulta igual de bella tanto por fuera como por dentro. Mezcla a partes iguales osadía y elegancia, transpira energía y alegría, mientras que su interior, encuentra el equilibrio entre la estética actual y la clásica. Me encantan las largas cortinas amarillas del salón que aportan luz y esa estética algo dramatica que se consigue con textiles de vivos colores y que encajan a la perfección con la personalidad de la casa. En el dormitorio una sutil inspiración asiática viste de carácter las paredes. Espero os guste, mañana mas.
Imágenes con el consentimiento de Architectural Digest