La isla de Capri en Italia esconde joyas como la que hoy os muestro, una casa que no puede ser más bonita y a la vez más mediterránea. Me encanta la pared de piedra pintada de blanco inmaculado y las fundas de lino del sofá, las sillas azul añil de la mesa que compiten con el color del mar al fondo, las originales lámparas y todo ello contrastado con el diseño más puro en la cocina, que se separa con un sencillo tabique de cristal del dormitorio, éste pintado en un azul profundo, pero sin lugar a dudas me quedo con la fantástica terraza. Quien pudiera tener un espacio así, siento envidia sana!!! ¿Envidiamos juntos?
Imágenes con el consentimiento de Menossi fotógrafo