lunes, 16 de marzo de 2015

MIRALAY ®, EL ESPEJO CON TELEVISION INTEGRADA


¿Cuántos de nosotros no soñamos con tener una pantalla de televisión en el baño? Desde luego yo la primera, pero en multitud de ocasiones la falta de metros y la exigencia en el acabado impecable de este u otros espacios hacen que este pequeño lujo se desvanezca rápidamente. Sin embargo acabo de descubrir Miralay ®, un espejo revolucionario con televisión integrada, que permite disfrutar de la mejor imagen y el mejor reflejo disponibles en el mercado, así como de un excelente sonido gracias a su novedoso sistema de audio completamente invisible, además por su excelente conectividad ofrece acceso a todos los servicios de la red como alquiler de películas, visualización de videos o fotos y podremos utilizarlo como centro multimedia de entretenimiento. ¿Qué más se puede pedir? 

Por el tamaño no os preocupéis, porque está disponible para televisores Full HD desde 19 hasta 100 pulgadas, ahí es nada!! Con la posibilidad de configurar nuestra televisión espejo según nuestros gustos y necesidades ¡y con un espejo tan grande como deseemos! Ya sea como cuadro o mural de pared su diseño de última generación transformará en espectacular la decoración de cualquier ambiente. Desde luego, un sueño hecho realidad. 


Mientras Miralay ® está en posición standby no es nada más que un elegante espejo que nosotros mismos podemos personalizar gracias a un extenso surtido de marcos y a sus dos acabados standard o premium, solo cuando se enciende, la televisión cobra vida. Para los que lo deseéis, se puede optar por la iluminación led trasera o frontal, dependiendo del modelo escogido. 





Resulta perfecto para aquellos espacios en los que deseamos que la televisión quede completamente oculta y no comprometa la decoración de la estancia o en los espacios en los que deseamos que un espejo cumpla una doble función por eso es ideal para baños, vestidores o dormitorios. Fiable, fácil de utilizar y sencillo en su funcionamiento este innovador espejo os conquistará. Yo ya he caído rendida a sus pies.