Después de una profunda rehabilitación, esta antigua casa-taller con bonito tejado de brezo, sacó a relucir unos altos techos inclinados en el salón que evocan el verdadero origen como taller de esta propiedad y gracias a sus grandes ventanas el flujo de luz resultó de lo más inspirador para sus actuales propietarios amantes del arte y los viajes. En cuanto al diseño interior destacar la belleza del suelo oscuro que contrasta con las paredes claras y las piezas de mobiliario adquiridas en sus múltiples viajes que se mezclan en un exquisito mix de estilos creando un verdadero hogar.
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