Con el deseo de tener una casa práctica y también hermosa la propietaria de esta vivienda adquirió una granja en Fredensborg. Una casa en plena naturaleza, rústica y sostenible, en la que poder plasmar su gusto por las antigüedades y las piezas adquiridas en mercados de pulgas. Aquí la única reforma llevada a cabo ha sido en la cocina, el resto ha permanecido intácto. Muebles hechos a mano, madera reciclada, textiles orgánicos, aquí todo desprende un halo de personalidad que me encanta. Disfrutadla.
Imágenes con el consetimiento de Femina