El campo ha sido el testigo directo de esta hermosa boda rústica, bueno el campo, campo tampoco. Veréis voy a explicarme. De hecho la ceremonia sí, el convite por el contrario se ha celebrado en el jardín trasero de la casa y menudo jardín!! Quien pudiera tener uno así porque celebrar cualquier evento seria un lujo. La rusticidad es protagonista en mesas y detalles florales. Tela de saco, puntas de ganchillo y viejos detalles como puertas o maletas visten el espacio con elegancia.
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