Sigo pensando firmemente que los toques de color amarillo en decoración aportan un extra de luz además de ese toque desenfadado que tan bien reflejan los espacios de inspiración nórdica, así que no he podido resistirme a mostraros un mini apartamento de tan solo cuarenta y cuatro metros cuadrados, eso si llenos de ingenio y buen gusto. ¿Las claves? Orden, el mobiliario justo y tonos claros que ayuden a potenciar la luz y a ampliar visualmente el espacio.
Imágenes: Stadshem