Apurando hasta el límite los días de buenas temperaturas hoy quiero mostraros una buhardilla nórdica preciosa. Una vez más la luz natural obra milagros y permite que este espacio parezca mayo. Me encanta el estilo desenfadado y a la vez formal de esta buhardilla, los suelos de madera natural, la mezcla de piezas antiguas con otras de diseño y como se abre a una terraza urbana encantadora. El binomio negro y blanco se repite, pero se suaviza con sutiles notas color topo que matizan el ambiente. En fin un espacio perfecto para empezar el fin de semana ¿no creéis?
Imágenes: Stadshem