El romanticismo se hace evidente en esta delicada celebración de boda. La de hoy es claramente rústica y además tanto la ceremonia como el convite se desarrollan al aire libre, aquí la madera, las cortezas de árbol y las velas son protagonistas junto a variados centros florales y un verde y frondoso jardín, pero el toque más exótico lo pone la mesa dulce en la que la tarta nupcial destaca por su alegre color amarillo.
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