"Soñé que una mañana te asomabas a mi ventana:Tal vez en tu sueño de árbol soñabas que yo me asomaba a tus ramas".
Nacido bajo un bosque de enormes Eucaliptos, rodeado de Laurisilva (Selva Canaria) toda la obra de Álvaro de Hados está marcada por esta circunstancia y así lo ha ido manifestando casi como una crónica a partir del año 1977 en cuadros y en diferentes disciplinas y técnicas artísticas. Su conocimiento del Árbol le aporta confianza y seguridad cuando busca nuevas propuestas artísticas. En cuanto a la idea de la estructura de este tipo de obra, se trata del íntimo contacto con los Troncos que observa en su recuerdo para que este sea el único protagonista de la obra, llegando a hacer unos encuadres que ocupan la totalidad del formato. Busca la textura que aplica con una gama cromática propia y amplia de colores unidos a matices que utiliza con diferentes materiales. Cada obra refleja un ser vivo que idolatra por lo que es, apartando cualquier concepto cotidiano y mercantilista en su ejecución.
Imágenes con el consentimiento de Alvaro de Hados