En la mayoría de ocasiones el frío y el mal tiempo suelen ser los enemigos de una boda, por esta razón la mayoría de ellas se celebran durante la primavera y el verano, pero hoy he querido romper una lanza a favor de las bodas en invierno, de las bodas en la nieve, de las bodas en Navidad, así que aquí os dejo una muestra de que ello no tiene porque ser triste ni poco romántico. Me encantan las cortinas de bombillas suspendidas del techo, los faroles, las velas y los centros florales con abeto y rosas. ¿Que os parece la idea?
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