Vestir una boda en color dorado es una apuesta arriesgada, sin duda alguna, pero hay parejas que desean algo de lo más original para una fecha tan señalada y que además se encuentra tan cerca de la Navidad. La opción de hoy lo es, una boda donde el dorado es protagonista casi absoluto junto al verde esmeralda, una combinación elegante y atrevida. Fijaros en los bajoplatos transparentes ribeteados en color oro, las copas, los cubiertos, la vajilla, el camino de mesa, todo en este color!! y como guinda a esta sofisticada celebración, también la tarta nupcial.
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