Ya lo tenía claro, pero acabo de confirmar la bonita combinación que hacen el verde y el color lavanda. Así que sin pensármelo dos veces he querido mostraros lo bien que puede quedar si la usamos en la decoración de las mesas de boda. En este caso se trata de una boda con un punto barroco, fijaros en la majestuosidad del espacio, que desde luego lo merece, en la cubertería de plata y en la bonita vajilla floreada. Me encanta el contraste que ofrece la sencilla cristalería, así como el mantel y las servilletas. Dos extremos que se complementan y equilibran perfectamente.
Imágenes con el consentimiento de Elizabeth Anne Designs
Fotografía: Katelyn James Photography