El propietario de esta lujosa residencia londinense es coleccionista de arte contemporáneo, por esta razón y bajo la premisa "crear un hogar y no un museo" decidió, después de una profunda reforma, que éste fuera su hogar y el de su familia. Ubicada en un edificio que data del año 1830, sus extraordinarias dimensiones y la peculiaridad del espacio permitió transformar esta casa en un triplex de lujo. Su interior me resulta especialmente chic por la combinación exquisita de texturas y materiales, colores y una distribución magistral del espacio.
Imágenes con el consentimiento de Architectural Digest