No me diréis que esta casa no es una absoluta preciosadad, como casi todos los interiorismos que proyecta el estudio de Melian Randolph y es que además esta casa derrocha color y frescura a raudales, algo que nos viene de maravillla en esta época del año en la que se agradecen los interiorismos ligeros. Personalmente me encanta el recibidor con este cuadro-escultura de lo más original, por no decir del bonito comedor exterior frente a la extraordinaria piscina.
¿Que más se puede pedir?
Imágenes con el consentimiento de Melian Randolph