Lo que fúe un antiguo establo, es ahora una preciosa casa de campo cómoda y práctica en equilibrio con el paisaje que la rodea. Su interior es fresco, tonos claros en tapicerias y textiles invaden la casa llenándola de calidez. La luz se filtra gracias a la abertura de nuevas ventanas así como de una claraboya en midad del salón. En esta preciosa casa, publicada por la revista El Mueble, se mantivueron las paredes de piedra original, así como las viejas vigas de madera. No os la perdáis porque es extraordinaria.
Imágenes con el consentimiento de El Mueble