Es en el mes de Mayo cuando las bodas se disparan y es que no me extraña ya que nada hay más bonito que celebrar el ágape en el exterior. Por esta razón hoy quiero mostraros una boda encantadora, de pocos invitados y reducidas dimensiones, pero no por ello faltada de encanto sino más bien al contrario, para mi gusto preciosa y exquisita. Deliciosas las flores, deliciosos los platos y los cubiertos y deliciosa la tarta de novios. Pero si esta boda es bonita de día, mejor es de noche. ¿No os parece?
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