Una explosión de color y belleza es como definiría yo este delicioso espacio en el que celebrar el convite de boda. Bancos de madera y la mesa dispuesta sin mantel, pero llena de preciosos detalles. La cubertería dorada que me resulta deliciosa, unos bajoplatos de cristal ribeteados en oro y flores muchas y coloridas flores. ¿No os parece encantadora?
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