El color dorado siempre añade un plus de sofisticación y glamour a cualquier espacio, pero cuando hablamos de una boda, la combinación rojo y oro resulta exquisita. Esto es precisamente lo que hoy os quiero mostrar. Unos extremados manteles negros visten la mesa de elegancia, portavelas dorados, bajoplatos y sillas en el mismo tono y vistosos centros florales combinando el dúo formado por estos dos colores añaden distinción y derrochan glamour.
¿No creéis?
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