Con una mixtura singular de antiguos muebles procedentes de brocantes de diferentes partes del mundo, la propietaria de esta casa afirma no poder vivir "con algo nuevo", de aquí su pasión por todo lo antiguo y que refleja de forma maestra en su propia residencia. Exquisitos objetos de plata antigua y delicados juegos de botellas de cristal dotan de dulzura y encanto espacios tan particulares como la original cocina o la delicada habitación. Una casa para la que parece haberse detenido el tiempo y que derrocha calidez y carácter.¿No creéis?
Fotografía: Micky Hoyle
Imágenes con el consentimiento de House and Leisure