Con el color blanco como seña de identidad, este pequeño apartamento de apenas 70 m2 se aleja de la decoración convencional. Muebles antiguos procedentes de brocantes franceses a los que sus dueños son asiduos y tejidos aterciopelados de herencia familiar, imprimen carácter y calidez a todas las estancias de este original apartamento. Me gustaría destacar especialmente el aire teatral de la zona de estar. Y a vosotros ¿que os parece?
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Fuente: Mi Casa Revista