Esta preciosa celebración de boda respira un encanto rústico que me recuerda mucho a las casas de campo inglesas que tanto me gustan. Una boda shabby chic que emana romanticismo y una elegancia sobria. Exquisitas flores visten todos los rincones de esta bonita casa. La distribución de la mesa es tan delicada que no puedo parar de mirarla. Una refinada vajilla de flores y detalles como la cubertería y los jarrones en dorado le aporta sofisticación, pero la rusticidad del espacio en sí transmite magia.
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