Si al placer de la buena mesa le añades la compañía de unos amigos extraordinarios, el éxito está asegurado porque la velada resultará deliciosa y esto es precisamente lo que hoy quiero mostraros. La semana pasada, aprovechando esta estupenda terraza urbana de la que dispongo, organicé una cena informal en casa con los amigos. Para vestir la mesa escogí unos sobrios individuales blancos que acompañé de vajilla blanca y copas de cristal fino, el toque de actualidad lo incorporé a través de unos sencillos cojines de rayas negras y unas simpáticas lamparillas también blancas que bien entrada la noche resultaron de lo más prácticas. Las risas y la conversación se alargaron hasta bien entrada la madrugada, en fin una noche para recordar. Aquí os dejo en imágenes la mesa dispuesta para recibir.
Imágenes: Chic & Decó